Colombia tiene "una segunda oportunidad sobre la tierra", tras la firma de la paz
El presidente Santos y el jefe guerrillero Timochenko recordaron a Gabo, el nobel colombiano.
Haciendo un homenaje a uno de los más grandes colombianos, el nobel Gabriel García Máquez, el presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de la guerrilla de la Farc, Rodrigo Londoño, dijeron que el país tiene “una segunda oportunidad sobre la tierra”, tras la firma del histórico acuerdo de paz entre las partes, teniendo como testigo este lunes al mundo entero después de casi cuatro años de negociaciones.
La ceremonia estuvo llena de sentimientos, desde la entrada del presidente Juan Manuel Santos, de la mano de una niña, para abrir después con una llave la puerta, que en su simbología significar que “la puerta de la paz estaba abierta”.
Uno a uno fueron entrando a la tarima, Rodrigo Londoño, el secretario de la ONU, Ban Ki-Moon, los presidentes invitados y los equipos negociadores del gobierno y las Farc.
La Banda de Baranoa interpretó el Himno Nacional, que entonaron los asistentes con más bríos que nunca, ante lo que estaba por venir y después, el minuto de silencio en homenaje a las víctimas le dio emotividad a la ceremonia y el carácter sobrio que una ocasión como esta merecía.
Hasta el llamado Himno a la Alegría que selló la ceremonia dejó impregnado en el corazón de todos que “la paz sí se pudo”, como lo corearon las delegaciones de los municipios desde las tribunas dispuestas en el patio de las banderas del Centro de Convenciones.
Las alabaoras pidieron: “No más repetición”.
Las alabaoras de Bojayá hicieron un sentido cántico por la paz y la esperanza. Se vestían de luto para cantarle al dolor de la guerra y hoy lo hacen para resaltar este nuevo comienzo en la historia de Colombia.
“Nos sentimos muy contentos, llenos de felicidad, que la guerrilla de las Farc las armas van a dejar. Santa María, danos la paz”, dijo la alabaora.
“Queremos justicia y paz, verdad de corazón para que llegue a nuestros campos salud, paciencia y educación”, dijeron en otro estribillo.
También felicitaron al presidente Santos por su valentía para trabajar por la paz.
La rúbrica del acuerdo
Sentados a lado y lado del presidente de Cuba, Raúl Castro, el presidente Juan Manuel Santos a la derecha; y Rodrigo Londoño Echeverri, a la izquierda, esperaron pacientes a que llegara uno de los momentos más importantes dentro de la ceremonia.
En el momento de la firma, el primero en estampar su nombre con el balígrafo en el acuerdo fue Rodrigo Londoño Echeverri, que desde hoy deja atrás su nombre guerrillero de Timoleón Jiménez o ´Timochenko’. Justo antes de firmar, trastrabilló un poco debido a un mal paso en el escalón previo a la mesa. Luego, el presidente Juan Manuel Santos tuvo mayor cuidado para dirigirse a la mesa. Levantó el bolígrafo, miró al público presente, sonrió y firmó.
“Las balas escribieron nuestro pasado, la educación escribirá nuestro futuro”, era el escrito grabado en el balígrafo.
Con los brazos en alto, en señal de victoria, Londoño los unió y batió. Atrás algunos gritaron “el pueblo no se rinde carajo por la paz”.
Un Santos, no menos emocionado, se quitó su pin de la paloma de la paz, que inmediatamente Timochenko se puso en la guayabera. El público gritó: "abrazo", pero ambos líderes pese al momento conservaron las distancias.
Llamó la atención en la ceremonia que la izquierda colombiana firmó con la derecha y el presidente Santos, por ser zurdo, con la izquierda.
El mensaje de la ONU
Ban Ki-Moon, el secretario de las Naciones Unidas, quiso ser más que expresivo con sus palabras. “Es un gran honor participar en esta histórica ceremonia. Me conmueve estar aquí”, dijo.
El secretario de la ONU habló de las víctimas y cómo se representaron en el acuerdo. “Espero que los colombianos puedan superar el dolor, unirse y hacer de esto un proyecto nacional. El proceso de paz ha estado todo el tiempo liderado por colombianos”, anotó.
“Las partes le han encargado unas responsabilidades sumamente importante a las Naciones Unidas, apoyadas de forma unánime por el Consejo de Seguridad, los grupos ya están desplegados a lo largo y ancho del país”, informó Ban Ki-Moon.
“Continuaremos ofreciendo nuestro apoyo”, añadió.
Reconoció la contribución de Cuba y Noruega, como países garantes; a Chile y Venezuela, como países acompañantes.
“Viva la paz, viva Colombia en paz”, dijo al final de su intervención.
El emotivo mensaje de Timochenko
“Nuestra única arma será la palabra”, dijo al comenzar su discurso, Rodrigo Londoño Echeverri, máximo jefe de las Farc, y de inmediato arrancó el primer aplauso de todos los presentes.
El líder de la guerrilla envió un mensaje para la Cartagena que no pudo asistir a la firma del acuerdo. “Pienso también en los marginados que pueblan los cinturones de miseria de esta Cartagena, la Ciudad Heroica, que deseando estar aquí en esta celebración, no pudieron hacerlo. A ellos y ellas les extiendo mi mano de hermano y los abrazo con el corazón”, mencionó.
Cartagena estuvo blindada en el tema de la seguridad y las calles y sectores aledaños a la firma de la paz permanecieron custodiados y solo podían ingresar personas previamente acreditadas, en por lo menos tres cuadras a la redonda.
Evocó la luz malva del atardecer cartagenero que coincidió con el acto de la firma de paz, tal y cual como lo describió el nobel García Márquez: “me bastó con dar un paso dentro de la muralla para verla en toda su grandeza a la luz malva de las seis de la tarde, y no pude reprimir el sentimiento de haber vuelto a nacer”.
Londoño hizo un llamado a los colombianos para que desarmen las mentes y los corazones: “Que nadie dude que vamos hacia la política sin armas”, manifestó.
En su discurso, el jefe de las Farc hizo un recorrido por los problemas que padecen muchos países en el mundo. “Cuánto deseamos que la autoridad palestina e Israel encuentren la senda de la reconciliación”, indicó
Pidió paz negociada para Siria, “que se silencien las bombas, que victimizan al pueblo y lo obligan a lanzarse al mar”.
Para Timochenko, la firma del acuerdo en Cartagena, no solo pone fin a un conflicto nacido en Marquetalia hace 52 años, sino que aspira a sellar para siempre la vía de las armas.
“Debemos admitir que nuestro propósito de búsqueda de una salida política al desangre fratricida de la Nación, encontró en el Presidente Juan Manuel Santos un valeroso interlocutor, capaz de sortear con entereza las presiones y provocaciones de los sectores belicistas”, dijo Londoño
Recordó a San Francisco de Asís, en una de sus frases, “debemos repetirnos que cuando se nos llene la boca hablando de paz, debemos cuidar primero de tener nuestros corazones llenos de ella”.
Londoño tuvo palabras de agradecimiento para Hugo Chávez y el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a Michelle Bachelet, presidenta de Chile; a las Naciones Unidas, porque dijo que la “paz de Colombia es la paz de nuestra América”.
Dijo que este acuerdo deja “una bocanada de aire fresco para los más pobres de Colombia”. Concretamente, Timochenko dijo que “nunca jamás, ni en la Guajira, ni en el Chocó, ni en otro lugar tengan por qué seguir muriendo niños y niñas de hambre, desnutrición o enfermedades curables”, como también los paseos de la muerte, los créditos gota a gota.
Añadió dirigiéndose a Santos: al suscribir este acuerdo, presidente “con emoción patriótica” le digo: “que este sí era el camino indicado, así sí era”.
“¡Gloria a todos los caídos y víctimas de esta larga conflagración que hoy termina!!, manifestó Timochenko y luego vino la frase que todo Colombia quería escuchar de la guerrilla: “En nombre de las FARC-EP, ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto, por todo el dolor que hayamos podido ocasionar en esta guerra”. Al pronunciar esta frase, a Londoño casi se le quiebra la voz.
“Qué Dios bendiga a Colombia. Se acabó la guerra. Estamos empezando a construir la paz”, agregó.
Pero las sorpresas en el discurso no pararon, y no por cuenta de Timochenko, cuando justo iba a concluir su discurso y decía: “El amor de Mauricio Babilonia por la Meme, podrá ser ahora eterno…", un avión Kfir de la Fuerza Aérea interrumpió el momento para hacer un homenaje a los colombianos, que asustó hasta el propio jefe guerrillero, que sonriendo dijo: “Esta vez vinieron a saludar la paz y no a descargar bombas”.
Luego retomó y finalizó la frase interrumpida: “El amor de Mauricio Babilonia por la Meme, podrá ser ahora eterno y las mariposas que volaban libres tras él, simbolizando su infinito amor, podrán ahora multiplicarse por los siglos cubriendo la patria de esperanza. ¡Bienvenida esta segunda oportunidad sobre la Tierra!”
Santos: El bien germina ya
El presidente Juan Manuel Santos fue el último en dirigirse a los presentes para dar por cerrado esta “horrible noche”, como calificó al conflicto colombiano.
“Señor Rodrigo Londoño, efectivamente, esos aviones eran un saludo a la paz”, le dijo el presidente a Timochenko.
El mandatario indicó que hoy Colombia y la comunidad internacional saludan el acuerdo de paz “como la mejor noticia en medio de un mundo convulsionado por la guerra”
Dijo que Cartagena, que fue conocida como la Ciudad Heroica por resistir la guerra y el asedio será también conocida ahora como “la Ciudad de la Paz”.
Para Santos, lo que se firmó este lunes , luego de años de negociaciones serias, discretas, difíciles, “es algo más que el acuerdo entre un gobierno y una guerrilla para terminar un conflicto armado, es una declaración del pueblo colombiano ante el mundo de que nos cansamos de la guerra”.
Sostuvo que ‘Gabo', el gran ausente en este día, fue artífice en la sombra de muchos intentos y procesos de paz. “No alcanzó a estar para vivir este momento en su Cartagena querida donde reposan sus cenizas Pero debe estar feliz, viendo volar sus mariposas amarillas en la Colombia que él soñó, nuestra Colombia que alcanza –por fin–, como él dijo…“una segunda oportunidad sobre la tierra”.
Santos rindió un homenaje a las FFMM, a las víctimas inocentes, a los defensores de los DDHH, a las comunidades indigenas, afro y campesinas, a las madres que con su llanto “abonaron el camino hacia la paz”.
“No más jóvenes sacrificados, no más jóvenes muertos, no más jóvenes mutilados por una guerra absurda… ¡Ni soldados, ni policías, ni campesinos, ni guerrilleros!”, expresó.
El presidente, quien se describió como “implacable adversario” en su lucha con las Farc, reconoció que la guerrilla fue una digna negociadora en la mesa, por la seriedad y voluntad.
“Les doy la bienvenida a la democracia. Cambiar las balas por los votos y las armas por las ideas es la decisión más inteligente”, les dijo.
El presidente recordó que el próximo domingo, millones de colombianos con su voto podrán dejar atrás un pasado triste para abrirle las puertas a un futuro mejor.
“Escogerán entre el sufrimiento del pasado y la esperanza del futuro; entre las lágrimas del conflicto y la tranquilidad de la convivencia; entre la pobreza que deja la guerra y las oportunidades que trae la paz”, mencionó
El mandatario tuvo palabras de agradecimiento para el equipo negociador del gobierno colombiano, para las Naciones Unidas, a todos los gobiernos que contribuyeron a que el proceso llegara hasta este punto.
Manifestó para concluir que “cesó la horrible noche” e invitó a todos los colombianos al “nuevo amanecer; al sol brillante y lleno de posibilidades que se asoma en el cielo de Colombia”.